La de la su hija: desde la concepción a la muerte.
En cierto modo está escrita (desde la perspectiva humana).
Pero desde la totalidad y la simultaneidad de los heptápodos la cuestión carece de sentido.
¿Cuál es mi historia? ¿Elegí?
(el jardín de los senderos que se bifurcan por usar la metáfora borgiana)
La respuesta es simple por evidente.
Mi historia es mi historia.
Y nada más.
Azar, necesidad, libre albedrío coinciden.
(El destino de los antiguos o la voluntad de Dios por usar las metáforas clásicas)
Ahora preferimos ecuaciones y modelos. El signo de los tiempos.
Como digo son metáforas que cambian con los tiempos pero nada más.
Reitero: mi historia es mi historia.
Lo que pudo ser, lo que sucedió, lo que será, lo que no sucedió, lo que no sucedará.
Por eso insisten los místicos en que lo único que importa es aceptar lo inaceptable.
Para empezar la muerte y la finitud.
En alguna bifurcación me crucé contigo.