Si y no.
Las simplifican claro.
Toda la hueca palabrería (exterior e interior) se revela como tal.
Pero en realidad todo se complica.
La anestesia mental desaparece y te enfrentas a ti mismo. Y a los otros.
Se acabó el teatro.
El tiempo apremia.
¿Qué hacer? ¿que decir?
¿Fuiste amable? ¿Ecuánime? ¿Justo?
No cabe dilación.
No cabe autoengaño.
Vas a morir