En realidad nadie lo sabe. Es una mezcla de inercia, pereza, cobardía.
Todo se justifica por un futuro que no llega, per una recompensa que nunca llega.
Lo que seguro que llegará es la muerte.
Y nos alcanzará con deudas pendientes.
Y la pregunta más importante.
¿Por qué nos soportamos a nosotros mismos?