La narración habla sobre un objeto extraordinario (el Aleph) que contiene todo el vasto universo, todo el espacio y tiempo.
Borges con su prosa construye tramas e imágenes extraordinarias, imágenes imposibles, irreales.
Pero paradójicamente esas imágenes nos dicen algo de lo real.
Nos dicen más que un realismo ingenuo.
Veamos.
El Aleph de Borges toma el nombre de la primera letra del alfabeto hebreo como Borges mismo nos recuerda. Dice Borges que esta letra en la cábala se relacion con Ein sof la forma increada y trascendente de Dios. No se puede decir que ese Dios sea un "ser". Ni tan siquiera supremo.
(Recordemos que para Eckhart la deidad tampoco es un ser)
También Borges nos recuerda que Aleph fue la letra elegida por Cantor para designar los cardinales transfinitos (habla de teoría de conjuntos en alemán Mengenlehre pero no cita a Cantor explícitamente).
Cantor probó que la cardinalidad de los números reales era superior a la de los naturales con el simple y bello argumento diagonal.
Pero quedó abierta la hipótesis del continuo. ¿Hay algún cardinal transfinito entre el cardinal de los Naturales y el de de los Reales?
En aquellos tiempos nada se sabía de las limitaciones de la axiomática y se supuso que (como hasta entonces) que la proposición o bién sería verdadera o falsa.
Pero llegaron Gödel y Cohen y probaron que la hipótesis del continuo era independiente de los axiomas de la teoría ZFC. Era formalmente indecidible.
Ante esta evidencia se pueden tener diferentes posturas.
La quiebra del programa de Hilbert marca el fin de la idea de tener un sistema omnicomprensivo capaz de resolver la verdad matemática, supone una crisis irreparable.
Se puede (como la mayoría de matemáticos) pasar del tema y seguir haciendo matemáticas. No hay problema pues hay muchas verdades demostrables claro.
La tercera (diríamos que extramatemática o extralógica) es pensar que esto nos dice algo muy profundo de la verdad y la realidad.
¿Que nos dice?
Que la verdad es insondable que el universo es algo abierto, que axiomas diferentes conducen a mundos diferentes, que el universo es infinitamente diverso e incomprensible, que la pretensión matemática y lógica de comprensión sólo son aproximaciones a un límite inalcanzable.
Por ejemplo la deidad o Ein sof constituyen esa imagen límite.
Pero claro ningún matemático hablará de esta opción.
Yo no soy matemático.
Pero lo más enigmático del Aleph de Borges es porque usa ese constructo.
¿Cuál es el sentido?
Uno nunca está seguro de comprender ni siquiera mínimamente lo que Borges pretende.
Su prosa es como un Aleph que lo contiene todo y por tanto en cierto modo permite extraer cualquier cosa de ella.
Leer a Borges supone un vértigo lingüístico. Por ejemplo https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-68482008000100004
Pero no soy crítico literario ni filólogo. Explicaré lo que a mi me concierne del texto.
El amor no correspondido de Beatriz (referencia a Dante, en Borges nada es casual) se narra en varios momentos:
"La candente mañana de febrero en que Beatriz Viterbo murió, después de una imperiosa agonía que no se rebajó un solo instante ni al sentimentalismo ni al miedo, noté que las carteleras de fierro de la Plaza Constitución habían renovado no sé qué aviso de cigarrillos rubios; el hecho me dolió, pues comprendí que el incesante y vasto universo ya se apartaba de ella y que ese cambio era el primero de una serie infinita. Cambiará el universo pero yo no, pensé con melancólica vanidad; alguna vez, lo sé, mi vana devoción la había exasperado; muerta, yo podía consagrarme a su memoria, sin esperanza, pero también sin humillación."
o cuando habla con su retrato (sonrisa):
"Junto al jarrón sin una flor, en el piano inútil, sonreía (más intemporal que anacrónico) el gran retrato de Beatriz, en torpes colores. No podía vernos nadie; en una desesperación de ternura me aproximé al retrato y le dije:
-Beatriz, Beatriz Elena, Beatriz Elena Viterbo, Beatriz querida, Beatriz perdida para siempre, soy yo, soy Borges."
y cuando la ve en el Aleph (incluyendo su reliquia):
"vi en un cajón del escritorio (y la letra me hizo temblar) cartas obscenas, increíbles, precisas, que Beatriz había dirigido a Carlos Argentino, vi un adorado monumento en la Chacarita, vi la reliquia atroz de lo que deliciosamente había sido Beatriz Viterbo, vi la circulación de mi propia sangre, vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte, vi el Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo.
Sentí infinita veneración, infinita lástima."
¿Que tiene que ver ese objeto mágico imposible el Aleph con Beatriz?
No estoy seguro la verdad.
El Aleph es el universo, la totalidad del tiempo y el espacio.
Beatriz es su objeto concreto de amor, finito limitado incluso vulgar.
Decadente (imagen de la reliquia).
Es curioso que el vínculo con Beatriz ya muerta sea a través de un personaje vulgar y limitado (primo hermano de Beatriz). Pero ese personaje paradójicamente tiene acceso al Aleph y en cierta forma es el mediador entre él y Beatriz, el que le permite a Borges rememorarla cada aniversario de su muerte.
Borges finaliza constatando que acabará perdiendo a Beatriz:
"¿Existe ese Aleph en lo íntimo de una piedra? ¿Lo he visto cuando vi todas las cosas y lo he olvidado? Nuestra mente es porosa para el olvido; yo mismo estoy falseando y perdiendo, bajo la trágica erosión de los años, los rasgos de Beatriz."
Bién como digo, no estoy seguro de lo que digo y lo que entiendo de la narración de Borges.
Pienso que para el enamorado su amada es como el vasto universo (por decirlo de alguna forma).
Pero no un universo perfecto, comprensible, acabado sino uno que incluye el caos, la nada, la finitud y la muerte.
No podía ser de otra forma.
Beatriz será olvidada,
Beatriz devenirá una reliquia,
Beatriz no le amó.