Un virus ciego nos sigue matando.
Nos pone frente al espejo, un mundo frágil, un sistema frágil.
La nada, el absurdo que fueron ocultados, escamoteados por els sistema emergen sin piedad.
No es la primera vez ni la última que el hombre se enfrenta al absurdo sin límites. Es evidente.
El sistema nos vendió una cierta previsibilidad.
Ya no se cumple. El azar nos puede eliminar de un plumazo.
---
Pero claro está el peso.
Ese peso que cada uno lleva encima.
Tiene que ver con el caos y la nada que todo lo dominan. Ellos ayudan a verlo
Pero es algo individual, intransferible, singular.
¿Cual es el mío?
No lo revelaré.
Sólo a mí me concierne.
Ese es nuestro máximo dolor.
El peso que llevamos es nuestro, es incomunicable.
La muerte es secundaria.
Como mucho ayuda a dejar la ficción de creerse eternos e invencibles.
Read More
Nos pone frente al espejo, un mundo frágil, un sistema frágil.
La nada, el absurdo que fueron ocultados, escamoteados por els sistema emergen sin piedad.
No es la primera vez ni la última que el hombre se enfrenta al absurdo sin límites. Es evidente.
El sistema nos vendió una cierta previsibilidad.
Ya no se cumple. El azar nos puede eliminar de un plumazo.
---
Pero claro está el peso.
Ese peso que cada uno lleva encima.
Tiene que ver con el caos y la nada que todo lo dominan. Ellos ayudan a verlo
Pero es algo individual, intransferible, singular.
¿Cual es el mío?
No lo revelaré.
Sólo a mí me concierne.
Ese es nuestro máximo dolor.
El peso que llevamos es nuestro, es incomunicable.
La muerte es secundaria.
Como mucho ayuda a dejar la ficción de creerse eternos e invencibles.