Libertad

Quizás algún día pueda hablar con libertad. Hablar de forma descarnada.

Decir la verdad. Decirme la verdad. Sin límite. Sin miedo.

No sé.

Quizás un dia me quite la careta y me muestre (si tiene sentido eso).

Quiźas me muestre anarco-místico-nihilista.

Y pueda por fin actuar sin límite, sin prejuicio, sin freno.

Sabiendo que nada importa. Y pienso: ¿No lo véis imbéciles? (Y tú en particular no lo ves).

¿O soy yo el imbécil? Que se hunde en el nihilismo sin fondo paralizado, triste y vacío.

No sé.

Quizás la única forma razonable de vivir es tragar y tragar. Jugar al juego social (neoliberal ahora o el que fue o será).

Someter mi yo, tu yo, el de todos nosotros a las reglas por una recompensa que nunca llega. Y si llega evidentemente se perderá.

¿Sólo hay eso? 

(Tambíen se pueden engendrar hijos, que son lineas de posibilidad al futuro. Son esperanza de lo que se pudo ser etc. Si, pero al final todo acaba en nada. Que más da.)

Creo, se de hecho que hay otra cosa. Dios aparece en la grieta, en la creación, es lo místico: raro, eventual, casual, imprevisible. Pero lo explica todo, lo justifica todo. Dios está escondido.

Y de ahí la tentación eremítica, monacal. Centrar la vida en ese Dios que se nos oculta por la actividad incesante hueca (centrada en el logro no en la acción). En el para y no el qué-.