que todo lo destruye,
que nada permanece,
que el Buddha nos advierte sobre el apego de la mente,
que cuando muramos nos reintegraremos en el ciclo cósmico,
etc.
Pero todo esto no son mas que piruetas del lenguaje,
la mente engañandose a si misma,
anestesiándose ante el dolor de existir...
¿que hacer?
Pasar la tarde de la mejor forma posible,
saboreando la luz oblicua del atardecer,
abandonando toda proyección,
suspendiendo el juicio.
Aquí y ahora.
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