Solo en la oficina. Llueve. Tarde de software. Como la mañana. Como todos los días.
Los colegas/compañeros/miembros del equipo/de la misma especie o quizás aliens no estan. ¿Por la lluvia? ¿Gremlins que huyen? Seguramente. Todo es más fácil quizás. No sé.
La belleza del software, de su estructura, sólo apreciable por el ojo de la mente, me reconforta.
(Se que además el artefacto sirve para algo. Claro. No hablo de eso)
Tiene algo que no se ve, como la música, como la matemática. Y cualquier actividad humana que merezca la pena.
Cuando Bach construía el arte de la fuga sólo pensaba en Dios (me permitiréis el anacronismo). No en un vulgar resultado.
Pero claro sólo el ojo entrenado (y el oído) puede ver la belleza de sus fugas y cánones. Igual que el software. Algunos pueden ver lo que no se ve.
Intento aprovechar la brecha aquí y ahora para disfrutar de la estructura, de lo que creo, de lo que construyo.
Se que todo acabará mal. Hasta mi última linea de código será borrada, hasta mi último algoritmo desaparecerá. (Bach durará más pero correrá la misma suerte).
En fin, aprovechar la brecha en lo real, aquí y ahora. Hasta que vuelvan los Gremlins a dar por culo.
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Gremlins: Desparecen por la lluvia. Se que los originales no hacian nada para evitarla pero los "míos" si. Tiene gracia que los interasados en los resultados y en nada más sean frenados por 4 gotas.